Hernia discal torácica

Hernia discal torácica

Las hernias discales torácicas son menos frecuentes que las cervicales y las lumbares y sus características clínicas y radiológicas son un tanto distintas. 

Aunque la incidencia en muchos estudios se sitúa alrededor del 1% de todas las herniaciones discales, cada vez se diagnostican más a menudo, gracias al mejor acceso de pruebas de imagen (RM).


Características radiológicas

El diagnóstico se realiza mediante resonancia magnética (RM). La mayoría de las hernias torácicas son centrales o con escasa lateralidad. Un tanto por ciento alto (más de 60%) contienen calcificaciones en mayor o menor grado, por lo que es de suma importancia completar los estudios radiológicos mediante escáner o Tomografía Comuterizada (TC). Son más frecuentes en el tercio bajo de la columna dorsal (T8-T12).


Tratamiento

Como en muchos trastornos espinales, el primer tratamiento a considerar es el conservador. El tratamiento farmacológico oral, la rehabilitación y la terapia infiltrativa son los primeros pasos a seguir.


Cuando persiste el dolor a pesar de los intentos conservadores, o ante la existencia de un déficit motor/sensitivo importante o una compresión neurológica severa, se indica una descompresión quirúrgica.


Dependiendo de la localización de la hernia discal dorsal, el tratamiento quirúrgico puede diferir en su abordaje, ya que existen multitud de ellos.


Un abordaje antero-lateral es el abordaje más efectivo para este tipo de hernias, sobre todo si son centrales y están calcificada.



Sintomatología

La clínica más típica de una hernia torácica es la dorsalgia. Ésta puede estar localizada en línea media y la intensidad puede ser desde algo leve a muy intensa. En algunos casos, los pacientes la describen típicamente como un dolor "en puñalada", incluso hasta el esternón.


En ocasiones, la dorsalgia puede irradiar en hemicinturón o en cinturón como consecuencia de una irritación y/o atrapamiento de uno o varios nervios costales.


Una compresión a nivel dorsal, también puede dar un dolor en extremidades inferiores, uni o bilateral, así como afectación a la sensibilidad profunda (propiocepción), dando como resultado inestabilidad en la marcha. También puede verse afectados los esfínteres, tanto urinario o anal.


Otra sintomatología menos frecuente es el dolor visceral. La dorsalgia, aunque más infrecuentemente puede confundirse con un dolor de origen digestivo, torácico etc.

Referencias

Fernández RC, Mesa M, Rosenthal D, Rodrigo Paradells V. Antero-lateral transthoracic endoscopic approach for a calcified thoracic disc herniation. Neurosurg Focus Video. 2022 Jul 1;7(1):V3. doi: 10.3171/2022.3.FOCVID221. PMID: 36284728; PMCID: PMC9558909.


https://www.instagram.com/reel/C9j3LDiuhDo/?igsh=cmtrbzcxcmp2emVh


https://youtu.be/fWyg1XeEjLI